Si te sirve esta bien, si no deséchalo.

La vida es siempre un instinto de crecimiento, es un aprendizaje arduo y constante. Con el tiempo, aprendemos a ubicar lo que somos, lo que nos va formando como hombres y mujeres, la vida que nos habita, a reconocer con una mirada inteligente la historia que nos acompaña…incluso lo que nos disgusta o atrae.
En este mundo, que no se detiene ante los cambios, vamos adquiriendo una forma única y original de vivir la vida, con todas sus problemáticas o desencantos; parecida a un rio en cuya corriente nadan peces que aparentemente son iguales pero en realidad son únicos, cada cual va en la dirección que quiere, a la velocidad que quiere… así, en esa corriente que es la vida ubicamos el tipo de pez que somos y la dirección en la cual queremos nadar, asumimos quienes somos ante las intangibilidades abstractas de la existencia.

Cada persona es única y distinta de las demás, cada quien se enfrenta a sus propias dificultades, las dificultades hacen que el hombre o mujer explote sus propias cualidades y sepa adoptar una conciencia nueva para verdades que hasta ahora (para el o ella) has permanecido mudas.
Sin dificultades nos seria imposible llegar a superarnos y descubrir nuestro verdadero ser. En los momentos más críticos es cuando el hombre saca a relucir lo mejor de si mismo.
Lo importante es disfrutar y aprender de cada una de las circunstancias que se nos presentan en el camino por muy difíciles que sean.
El sentido de la vida es precisamente sentir, muchas veces no disfrutamos ni sentimos el presente porque toda nuestra atención esta en el acontecimiento que debería ocurrir, sin intentar vivir el aquí y el ahora. O nos quedamos atascados en nuestro pasado el cual a veces puede conspirar en contra de nuestra felicidad actual, nos empeñamos a querer sentir otra vez lo mismo, aun sabiendo que esto nunca ocurrirá, así como el agua de un río nunca es la misma; en lugar de ser recuerdos y experiencias que puedan reconfortarnos en momentos difíciles hacemos del pasado la cárcel de nosotros mismos.
Cada persona como dije antes, es única, la deferencia es la que primero nos atrae, así, cuando vemos unas flores por su diferencia hacemos de cada flor una flor única y así mismo con las personas. Es importante saber vivir con la gente que nos rodea, porque ellas nos constituyen, ser agradable con ellas, compartir, hacernos bromas, jugar…lo importante mas que todo es no dejar de ser nosotros mismos para adaptarnos al gusto de los demás, las flores aunque distintas son flores y su naturaleza es ser flor única, las personas igualmente. Si te mantienes firme en tus convicciones tarde o temprano te aceptaran.

Buscar la autenticidad es tarea de todos y todas, saber quien soy, asumirlo y quererme tal cual, para poder querer a los demás. Nadie puede dar lo que aun no posee. Así, el amor comienza por amarse a uno mismo, lo mismo con la realidad “Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti mismo”.
Nacidos y nacidas ara la libertad, tenemos el derecho de vivir de la forma que mas nos guste, es nuestra naturaleza y nuestra obligación. Sin olvidar que los demás piensan de la misma manera, no busquemos el bien en el otro sino en nosotros mismos “Se descubre el bien cuando optamos por hacer el bien.
Ahora bien, “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”, el tiempo, la experiencia nos convierte en recolectores de conocimiento, el problema es que muchas veces lo adquirimos para saber como decir palabras bonitas y no para vivir de una manera distinta. “No es lo mismo cantarla que vivirla”.
La experiencia me ha regalado esto y lo uso precisamente porque me sirve para vivir, lo mismo puedes hacer tú, si te sirve esta bien, si no deséchalo.

Un abrazo para todos y que Dios les bendiga.

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