Cuestionario
sobre literatura griega (Dafnis y Cloe) y literatura latina: la epopeya (la
Eneida), poesía (Églogas, Odas y Epodos).
1.
Aspectos
del amor en la novela Dafnis Y Cloe.
En la actualidad, la novela
es un género bastante cotidiano y es además, un género muy reciente; aunque ya
en la antigüedad se dieron intentos serios de aventura por la búsqueda de un
estilo novelístico, nada común para la época. Tal es el caso de Longo
perteneciente a la Grecia antigua, quien escribe la historia de Dafnis y Cloe,
cuyo tema central es el amor, un amor inocente y pasional, una relación
erótico- sentimental. En el presente escrito, abordaré diversos aspectos del
amor presentes en la novela:
la
que por la sencillez y gracia
del argumento, por el primor del estilo, y en suma, por su permanente belleza,
vive y debe gustar en todo tiempo.
a)
Amor-lucha
El amor requiere de una
lucha constante, para hacer que este permanezca sin ser arrebatado por nadie.
En la novela destacan diversos episodios que muestran la lucha constante de dos
enamorados por proteger ese amor inocente: uno se da cuando Dafnis es
secuestrado por los piratas, al verlos Cloe se encarga de ayudarlo y salvarlo: al ver los piratas a aquel mozo robusto y
apuesto, pensaron que tenía más valor que cuanto pudieran recoger cerca de la
playa (Montes de Oca, 1983: 11). Otro momento se presenta cuando Dafnis
salva a Cloe de un secuestro, ofreciéndole un sacrificio al dios Pan, al cual
estaban consagrados. A demás la lucha se ve reflejada cuando estos reconocen
que hay otros y otras que desearían estar con ellos y hasta casarse.
b)
Amor-belleza
La belleza es uno de los
principales rasgos descritos en la novela, como signo de la pureza de un amor
que comienza a surgir. Se ve reflejado en cada uno de los personajes, pero
sobretodo, en el ambiente natural que adorna las escenas, por ejemplo:
Era
el comienzo de la primavera y despuntaban las flores en los prados, bosques y
montes. Zumbaban ya las abejas, gorjeaban los pájaros y balaban los recentales,
retozaban los cabritos en la montaña, en las umbrías cantaban las aves y las
mariposas, flores aladas, libaban la miel de las flores si alas. Todo en
naturaleza se alegraba en la estación bendita, y Dafnis y Cloe, tiernos y
felices, imitaron lo que oían y veían (Montes
de Oca, 1983: 4)
Dentro de tanta sencillez e
ingenuidad que les acompañaban, se descubrían el uno al otro en una belleza
extraordinaria que le provocaba gran admiración y mutuo deseo. Dafnis admira la
belleza en Cloe: entonces admiró sus
cabellos rubios, la dulzura de sus ojos y la frescura de su tez, más blanca que
la leche de sus ovejas (Montes de Oca, 1983: 7). A demás, Cloe decía del cabello de Dafnis semejaba a
los granitos de mirto por lo negro y Dafnis comparaba el rostro de su amiga a
una hermosa manzana por lo blanco y encarnado de su tez (Montes de Oca,
1983: 10).
c)
Efectos
del amor
Era
un beso inocente y si arte, pero bastó para inflamar un corazón joven y un alma
apasionada (Montes de Oca, 1983: 7). El amor inocente es
aquel que no tiene malicia y sobre todo que es ingenuo. La inocencia no se
esconde ante tales acontecimientos, pues en el surgir de una nueva experiencia,
brotan a la vez variados efectos que poco a poco desvelan la pureza de un
sentimiento que se va forjando en el interior de dos almas inocentes. Muchas
veces estos sentimientos son difíciles de entender porque nos apresan y se
adueñan de nuestro quehacer diario. Estas son algunas de las expresiones que
ambos enamorados pregonaban;
A Dafnis no le pareció que había
recibido un beso de Cloe, sino una mordedura. Entristecióse, suspiraba a
menudo, se estremecía, palpitábale el corazón, palidecía al mirar a Cloe y luego
una oleada de sangre le coloreaba el semblante (Montes
de Oca, 1983: 9).
Al
mediodía era cuando se sentían ambos más enamorados, y recreaban uno en otro
las miradas de unos ojos encendidos en deseo que aún no comprendían a pesar de
abrasarles (Montes de Oca, 1983: 7). Sin comprender lo
que les sucedía, aumentaba cada vez más le necesidad de estar más cerca el uno
del otro y se les hacía más difícil separarse. Se preguntaban por las razones,
pero no eran capaces de dar una respuesta: lo
que sabían bien era que a él le provino el mal de un beso y a ella de un baño (Montes
de Oca, 1983: 9).
d)
Amor-matrimonio
La perseverancia en el
sentimiento y la constante insistencia por enterarse de dónde proviene, qué los
procede y qué hacer con aquellos fuertes movimientos internos y externos del
amor; llega a su plena consumación. Así se nos muestra en el final de la
maravillosa historia en estudio. Cuando logramos vencer cada obstáculo y
mantenemos la intensidad del sentimiento se realiza el acto culmen que se nos
presenta acá: el matrimonio. Al día
siguiente, los dos jóvenes rogaron a sus padres que le permitieran volver al
campo […
]
y querían celebrar sus bodas en el campo (Montes de Oca, 1983:
42). Y en la recta final de aquella ceremonia: Dafnis y Cloe, a pesar de aquel alboroto musical se acostaron juntos y
desnudos y se besaron y abrazaron sin pegar los ojos ni un instante como las
lechuzas. Dafnis hizo a Cloe, lo que le había enseñado Lycenia y Cloe
comprendió entonces que lo que antes hicieron en el bosque y al amparo de los
arbustos, no había sido más que juegos de pastorcillos (Montes de Oca, 1983:
43).
e)
Amor-destino
Desde un principio la
aparición es misteriosa de los dos niños, en la isla de Lesbos, en una región
pastoril, con prendas que les adjudicaban a un linaje noble. Muestra clara de
la presencia de algo o alguien sobrenatural (dioses) que guían la vida de ambos
seres como destino suyo. A través de un sueño que ambos padres adoptivos
tuvieron acerca del futuro de los niños, les fue revelada la consagración al
amor. Resolvieron, sin embargo, obedecer
a los dioses por cuya providencia fueron salvados los niños (Montes de Oca,
1983: 4).
Y así fueron creciendo
juntos en sus actividades cotidianas: el cuido de cabras y ovejas, y el amor
iba solidificándose en el contacto diario, al mismo tiempo contaban con la
intervención divina de los dioses a los cuales estaban consagrados. El momento
final, donde se consuma el amor nos revela que este no se da por mera
casualidad; sino, que hay una predestinación por una fuerza trascendente, es decir,
la voluntad de los dioses.
f)
Amor-homosexual
El amor es una atracción y
un sentimiento hacia algo o alguien, independientemente si la otra persona
pertenece al mismo sexo o contrario. Así nos lo demuestra el capítulo cuando se
enamora el viejo Filetas de cupido y le pide un beso a lo que este le responde: “De buena gana te besaría Filetas, pues me
gusten que me besen más que a ti pueda gustarte; pero advierte que lo que
solicitas es un don que no cuadra a tus años (Montes de Oca, 1983: 14).
Aunque me parece que demuestra más le belleza de la obra pues el enamoramiento
se da hacia un dios (amor).
g)
Didáctica
del amor
La ingenuidad está presente
constantemente en los relatos, ellos experimentan deseos, pero no comprenden lo
que les sucede, cómo se llama eso que les mueve tanto y cómo se realice. Por
ello existen intervenciones de terceros para colaborar en la ardua tarea de
hacerles comprender e inducirlos a la plena realización de sus deseos. Una
intervención es la del anciano Filetas, al cual le pidieren les explicase que
es el amor; este le dijo que el amor no es un mal que necesite ser sanado como
ellos creían, que no existen hechizos que curen el amor y les enseña lo que
deben hacer, a lo cual acceden ellos fielmente: probemos los remedios que nos aconsejó: besos, abrazos y acostarse
juntos desnudos (Montes de Oca, 1983: 15). Hubieron otras personas que
intervinieron, por ejemplo: Lycenia, quien enamorada de Dafnis, se ofrece para
enseñarle como hacer con sus deseos de amor, al mismo tiempo que satisfacía sus
gustos: Arrodillándose a los pies de
Lycenia y le rogó con fervor que le enseñara tan dulce tarea a fin de
realizarla luego con Cloe (Montes de Oca, 1983: 27). Y esta experiencia fue
la que al final practicó con Cloe en la consumación de su amor.
Esta novela, que presenta un
delicado erotismo, es una bella historia de amor, un amor inocente y pasional.
El amor como un deseo de unión con la otra persona amada, envuelve tanto a la
inocencia como a la pasión; de un modo tan intenso con riesgos de confusión y
con un sentido de admiración.
2.
La Eneida. La Epopeya como exaltación de
Augusto y del imperio romano. Señale y comente. Pasajes alusivos en el libro I.
La Eneida
Tu Eneas sostendrá en Italia grandes
guerras, y domará pueblos feroces, y les dará leyes y murallas; tres veranos
pasaran y tres inviernos antes que reine en el Lacio y logre sojuzgar a los
rútulos […] llenará con su imperio treinta años largos, un mes tras otro (Virgilio,
1962: 138)
Este poema fue escrito por
Virgilio en los tiempos de Octavio Augusto cuando se había logrado la paz y el
pueblo romano vivía la Época de Oro. Es entonces cuando Augusto manda escribir
una historia sobre la fundación de Roma equiparándose al fundador de la raza
romana, Eneas.
En esta obra se dice que
Augusto provenía del linaje de Lulo, hijo de Eneas, y él hijo de la Diosa
Venus, por lo que también tenía orígenes divinos. Así Virgilio presentaría a
Augusto como heredero del glorioso imperio romano. Virgilio se inspiró en los poemas de Homero y enlaza hechos históricos con
aspectos legendarios y termina por unir el presente con el pasado.
La Eneida es un poema
nacionalista, y presenta a Eneas como el héroe abnegado ante el deber, y que da
respeto tanto a su ascendencia, como a los Dioses. Esto era de gran importancia
para Augusto ya que para él era necesaria la manipulación, para que la historia
sea adaptada a su favor. Tiene 12 libros o capítulos, los primeros 6 recuerdan
la odisea y los siguientes 6 recuerdan la Ilíada.
3.
Síntesis
y temas de la égloga II; odas XIII, XIV y XV; epodo II.
Égloga II
La égloga es un subgénero de
la poesía lírica de temas amorosos, se desarrollan en un ambiente campesino y
pastoril; en forma de monólogo o diálogo.
En la égloga II de Virgilio,
se nos presenta a Coridón, un pastor que ardía de amor por Alexis. Nos muestra
al amor homosexual, el amor como deseo de unirse a la otra persona de la
cual se experimenta una profunda
atracción. Sin embargo, en este caso el amor se ve truncado porque no existe
una respuesta complementaria de la otra persona: ¡Oh cruel Alexis! ¿Nada se te importa de mis cantos? ¿No te compadeces
de mí? ¿Así me dejas morir? (Virgilio, 1962: 9). El texto, también,
presenta descripciones hermosas de la naturaleza como el ambiente donde se
desarrollan los acontecimientos: ¡Oh!,
¡plázcate solamente habitar conmigo estos campos, para ti enojosos, y estas
humildes chozas, y herir los ciervos y guiar con la verde vara del malvabisco un
hato de cabritillos! (Virgilio, 1962: 10). Y hace una bonita conjugación
entre su declaración de amor y los ejemplos del ambiente natural del campo:
Sigue al lobo la torva leona, el lobo a la oveja; la oveja triscadora sigue al
florido cantueso; y a ti ¡oh Alexis!, te sigue Coridón (Virgilio, 1962: 11)
Odas
En las odas escritas por
Horacio, se nos presentan temas diversas e interesantes como: la religión, el
amor, generalidades del trabajo del campo, el cuidado de la siembra. Es una
alegoría al trabajo del campo, muestras de un desinterés por la ciudad y por el
lujo. Aunque son composiciones poéticas con un tono elevado, pues en ellas
Horacio aspiraba dotar a Roma de una poesía lírica capaz de rivalizar con los
griegos.
Oda
XIII: A Lidia
Es un canto de amor a Lidia,
expresión bellísima y declaración hermosa del amor, y un reclamo a no dejarse
manipular ni usar por alguien que no te merece ya romper con las relaciones que
conducen a la violencia: no esperes que
sea eterno el amor brutal de quien hace con sus besos saltar la sangre en tus
labios, que Venus humedeció con la quinta esencia de su néctar (Horacio,
1962: 491)
Oda
XIV: A la república
Es una advertencia a una
ciudad que navega enfrentándose a las peligrosas olas, sin tomar en cuenta sus
fragilidades que la pueden conducir al fracaso: tu costado desprovisto de remos, rotas tus antenas y tu mástil
quebrantado (Horacio, s/f: 492). Invita a estar atentos y preparados para
salir victoriosos ante las adversidades: Si
no quieres ser el ludibrio de los vientos, resguárdate en seguro (Horacio,
1962: 492). Es una invitación a la prudencia.
Oda
XV: Contra el lujo de su siglo
Es un alago a la vida campesina
y se muestra el desinterés por la vida en la ciudad. Destaca la paz y tranquilidad que ofrece una vida rodeado de
naturaleza y critica la belleza que se pierde al sustituir lo natural por cosas
artificiales: Ya los suntuosos edificios
apenas dejan campo a la labor del arado (Horacio, 1962: 529). No podemos
sustituir el campo por la ciudad, el lujo no tiene sentido, si destruimos lo
bello de la naturaleza.
Epodo
II: Alabanza a la vida campestre
El epodo es de origen griego y estaba
destinado al insulto y a la ofensa. Son de carácter lírico con una crítica
social. En este caso tenemos un texto eminentemente lírico que destaca una
alabanza a la vida del campo. Destaca la capacidad de trabajar honradamente
para obtener el sustento diario, sin caer en “negocios sucios” y califica de
bienaventurado el hombre que vive con rectitud de acciones y actitudes: Dichoso el que alejado de los negocios y
libre de toda usura, como los primitivos mortales, trabaja los paternos campos
con bueyes de su propiedad (Horacio, 1962:590).