17 mayo, 2024

REFLEXIONES DE A PIE ¿Cuántos en realidad somos? Se apuesta hacia la superficialidad mas que a la profundidad de la experiencia humana Alvaro J. Rodriguez SVD No debe extrañar a los que se han interesado por el tema de la evolución cultural contemporánea que se afirme que las personas de nuestra sociedad asumen diversos roles, dependiendo del ambiente en donde se desarrolla una de sus actividades. Vivimos en un mundo fragmentado, donde los gustos, lo que hacemos con placer u obligación, las creencias religiosas o ideológicas y el tiempo que pasamos en nuestros desplazamientos parecen ser mundos independientes. Pero aquí no nos preguntamos acerca de los roles que asumimos, sino de la identidad que nos adjudicamos a nosotros mismos. La inquietud ha nacido al ver una entrevista que le hacían a un famoso personaje de la farándula, en donde se recalcaba su heterogeneidad artística. En ella se pasó con extrema facilidad de su multifacética actuación en las tablas a su identidad personal más íntima. Ambas cosas que, según él, se encuentran siempre en un antagonismo feroz, pero “equilibrado existencialmente”: hay que pagar las facturas y solo una de esas personas lo hace (aunque no estaba claro quién lo hacía, si el actor o su yo real). La respuesta del actor me hizo pensar en una realidad presente hoy en muchas personas: la presión social ejercida sobre los individuos para que definan un centro unificador del yo íntimo a partir del narcisismo escénico. Escenarios. Dos palabras son claves para entender la cuestión: narcisismo y escenario. Dos son también los ámbitos en que se desarrolla el discurso identitario en este campo: el yo y los que nos miran. En otras palabras, estamos delante de un proceso en el que el individuo se siente observado y condicionado a interpretar un papel escénico que sea aceptado por sus espectadores, dependiendo del escenario en donde debe actuar. ¿Podría encontrarse aquí la causa del aumento de personas que abandonan a sus familias y la oportunidad de seguir una vida normal laboral o familiar para convertirse en personas de la calle? El fenómeno de los marginados sociales también es doble: por un lado se encuentran la mayoría de ellos, que viven en la pobreza y en la violencia, engendradas por un sistema injusto; y, por otro, aquellos que se automarginan, que asumen esa condición como una opción personal. Este último no es solo un fenómeno relacionado con el consumo de drogas o alcohol; es una realidad mucho más compleja, que tiene relación directa con las expectativas ajenas que toda persona en una urbe tiene que afrontar. Este es el caso más extremo de una característica social que nos habla de una incapacidad sentida respecto a los demás: la incapacidad de “actuar” adecuadamente en el escenario social en el cual se ha sido inserido. En la persona ordinaria, la tensión entre el yo y la presión por ejercer un papel en el escenario social puede esconder o contener el ansia de la libertad personal que se obtiene, no solo con el esfuerzo individual, sino que también a partir de unas relaciones humanas que permitan manifestar la propia originalidad sin esconderla, desarrollando las propias destrezas en armonía con lo que se es. Nuestra sociedad, empero, no promueve este tipo de libertad, puesto que es peligrosa para un sistema de gestión político-económico que depende del consumo para su manutención. Las relaciones humanas fuertes, sinceras y abiertas producen comunicación, pensamiento crítico, diálogo y objetividad en la construcción de los espacios colectivos. Es decir, producen valores que sustentan y fomentan la convivencia, la solidaridad y el compromiso. Si la persona es aceptada en el grupo por lo que es y por lo que aporta, sin que se le obligue a desarrollar un papel en un determinado “espectáculo social”, la armonía es posible. Lo contrario produce distanciamiento e indiferencia ante el otro. El espectáculo social del que hablamos tiene que ver con la promoción de la propia imagen a partir de los estándares establecidos por el mundo de la publicidad, la ideología del éxito y la moda. A partir de los selfis, del excesivo cuidado del cuerpo, de la participación en actividades de masa, hasta de las fotografías de lo que se come, se compra o se obtiene, se construye una imagen pública que tiene que presentarse como bella y deseable. Todo esto va creando la necesidad de un “mostrarse” ( showing ) narcisista. Nuestros posts: Las redes sociales han promovido esta autoexposición y han obtenido una adhesión cada vez mayor de grandes bloques sociales. Poco a poco, esto ha hecho pensar que todos necesitamos esa cuota de narcisismo para ser normales: no hay espacio para la tristeza, la nostalgia o la desesperación; la vida tiene que ser bella y feliz, como en la publicidad. En consecuencia, se transforma la necesidad natural de comunicación en compulsión publicitaria de la propia imagen. No es de extrañar que los comentarios que se hacen a través de las redes sociales de los posts publicados muchas veces carezcan de contenido, por no decir que la mayoría de las veces solo son símbolos prefijados por los programas usados (asumiendo que el símbolo exprese las propias opiniones de manera coherente). No es difícil comprender por qué el diálogo y el debate han entrado en desuso. El sentido de soledad crece, por la falta de comunicación, y su necesidad ha sido encauzada en la promoción del narcisismo, que ha comenzado a ser parte integrante del discurso identitario. ¿En qué sentido? Basta un simple análisis de las categorías axiológicas de muchas de las canciones populares de la actualidad para responder. El “yo” ha adquirido en los últimos años un carácter absoluto, todo se cuenta y se entiende en su verdad desde la experiencia personal (que si bien es el elemento unificador de la persona, no puede ser el único referente en la construcción del propio estar en el mundo, porque este presupone la existencia de la alteridad material y personal). El otro se reduce a lo que los propios sentimientos y emociones suscitan. El “impacto en mí” de lo que existe es sinónimo de realidad, sin posibilidad de relativización o de ambigüedad. Por eso podemos hablar de una creciente soledad, porque se ha deteriorado la comunicación que nos permite entrar en una dinámica dialéctica de confrontación con los otros y nos aleja del individualismo. La falta de una comunicación efectiva aumenta y empuja a la exaltación del yo para aliviar o evadir la violencia que crea el narcisismo que nos envuelve. Nos encontramos en un círculo vicioso nocivo. Saturación. La paradoja que afrontamos es que la facilidad y la sobreabundancia de los medios de comunicación entorpecen y corrompen nuestra capacidad comunicativa, no porque los medios sean portadores del mal, sino porque las tendencias promovidas de forma masiva de su uso mantienen la preeminencia del “mostrarse felices” a los otros. La relación entre la sociedad consumista y las redes sociales ha hecho que el individuo se coloque en el centro de todos sus discursos, pero esto oculta el verdadero mecanismo ideológico interno: la sistemática adecuación de nuestra persona a ese sistema de vida que relativiza las necesidades de otros para hacer del propio deseo la razón de toda ética, que termina reduciéndose a una estética del “yo”. De ahí proviene esa proliferación de “manifestaciones personales” en un individuo: se actúan diversos roles/papeles, cada uno vinculado a una estética particular, querida por los diversos escenarios creados socialmente. El único eje unificador de la persona termina siendo el “yo” exaltado por el éxito y su contraparte es el “yo” derrotado por la falta de apoyo en su actuación del papel esperado. Nuestro ser personal corre el riesgo de ser arrastrado hacia la indiferencia y la intolerancia por ese excesivo impulso a la notoriedad y la necesidad de causar impacto a una gran diversidad de público. Se apuesta a la superficialidad más que a la profundidad de la experiencia humana. Urge, por tanto, retomar una comunicación que no se contente con las migajas de una imagen que puede ser interpretada de mil maneras, sino que se sienta desafiada permanentemente a la comprensión y escucha del otro, al debate constructivo y analítico, a la conversación amena, pero profundamente humana, a aquella salida del corazón.

Partir, en camino...

Partir es, ante todo,
salir de uno mismo.
Romper la coraza del egoísmo
que intenta aprisionarnos
en nuestro propio yo.
Partir es dejar de dar vueltas
alrededor de uno mismo.
Como si ese fuera
el centro del mundo y de la vida.
Partir es no dejarse encerrar
en el círculo de los problemas
del pequeño mundo al que pertenecemos.
Cualquiera que sea su importancia,
la humanidad es más grande.
Y es a ella a quien debemos servir.
Partir no es devorar kilómetros,
atravesar los mares
o alcanzar velocidades supersónicas.
Es ante todo
abrirse a los otros,
descubrirnos, ir a su encuentro.
Abrirse a otras ideas,
incluso a las que se oponen a las nuestras.
Es tener el aire de un buen caminante. 

                     Alvaro J. Bravo 





16 agosto, 2019

Del modelo Auschwitz al modelo Gaza

En poco menos de una semana Israel desencadenó sobre la Franja de
Gaza una lluvia de bombas que han matado ya a más de 200 personas,
80 por ciento de ellas civiles y una quinta parte niños.
La excusa para los ataques son los misilazos que del otro lado lanzan los
milicianos de Hamas sobre Israel, que acaban de causar la primera
víctima mortal en Israel. Pero la disparidad no es sólo en cuanto a
víctimas: Gaza es un menguado territorio de poco más de 350 kilómetros
cuadrados que vive bajo el acoso sistemático de la potencia militar de la
zona. Cada tanto, sobre su millón y medio de habitantes caen las
bombas, según una repetida lógica de larga data, ante la indiferencia de
las potencias occidentales, que por menos de eso ya estarían preparando
una “intervención militar humanitaria” para frenar al agresor.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, señala el filósofo español
Santiago Alba Rico, se produjeron en Europa varios acontecimientos que
marcaron la historia posterior. El primero, dice, es que durante los
procesos de Nuremberg se registra el rechazo del abominable “modelo
Auschwitz”, signado por “la deshumanización y exterminio horizontal del
otro”; pero antes, la principal potencia vencedora, Estados Unidos, había
impuesto “la legalización de facto de los bombardeos aéreos” sobre
población civil.
El “modelo Hiroshima” se vuelve entonces aceptable y “la
deshumanización y exterminio vertical del otro se asume como rutinaria
o como no penalizable” (1). El bombardeo a Dresde, semanas antes de la
rendición de Alemania, en marzo de 1945, en el que las fuerzas aéreas
estadounidense y británica provocaron la muerte de entre 25 y 35 mil
personas, es considerado por Donald Bloxham, editor del Journal of
Holocaust Education, como un “crimen de guerra”. Apenas derrotados los
nazis, Francia bombardeaba Argelia y Siria, provocando masacres sin que
los capitostes del nuevo orden mundial emitieran la menor protesta.
Los bombardeos aéreos desde entonces han sido cosa común,
incluyendo el horror de Vietnam. “Ahora mismo los drones
estadounidenses bombardean Pakistán o Yemen, los aviones de Bashar al Assad a su propio pueblo y los F-16 de Israel a los palestinos de Gaza.
Todos esos bombardeos nos impresionan tanto como una tormenta de
verano y, desde luego, mucho menos que una cuchillada en el metro”,
remata Alba Rico.
Si de Gaza se trata, los ataques aéreos contra ese territorio palestino
tienen una larga historia, con su secuela de miles de muertos, entre ellos
cientos de niños, que representan entre el 25 y el 30 por ciento de las
víctimas.
El periodista y analista británico Robert Fisk, especialista en los conflictos
de Oriente Medio, reproduce en una columna que publicó esta semana
en el diario The Independent de Londres un diálogo a propósito de los
bombardeos de 2008 que mataron a más de 1.400 palestinos: “‘¿Y si
Dublín fuera atacada con cohetes?’, preguntó entonces el embajador
israelí. Pero en la década de 1970 la ciudad británica de Crossmaglen,
en Irlanda del Norte, fue atacada con cohetes por la república de Irlanda,
y sin embargo la Real Fuerza Aérea no bombardeó Dublín en venganza ni
mató mujeres y niños irlandeses”.
El periodista israelí Gideon Levy insiste en que para Israel no se trata de
combatir el terrorismo sino de matar árabes: “Desde la primera guerra
del Líbano, hace más de 30 años, matar a los árabes se convirtió en el
principal medio de la estrategia israelí. El ejército israelí ya no pelea
contra otros ejércitos, el objetivo principal es la población civil” (Haaretz,
domingo 13). Prueba de ello es la utilización de armas prohibidas en los
bombardeos. “Doctores y personal médico han encontrado en los cuerpos
de fallecidos o heridos restos de armas de destrucción masiva ilegales
para el derecho internacional”, aseguran médicos desde el hospital Shifa,
de Gaza.
El cardiólogo noruego Erik Fosse, que lleva años trabajando en la Franja,
dijo a la prensa que Israel estaría empleando armas que provocan
cáncer. “Los médicos apuntan que podría tratarse de los denominados
explosivos de metal inerte denso (dime, por su sigla en inglés), un arma de
tipo experimental cuyo radio de acción es relativamente pequeño, pero
cuya explosión resulta extremadamente potente” (Russia Today, lunes 13).
En contra de lo que asegura la propaganda israelí, los bombardeos no
son una respuesta a los ataques de Hamas sino un cálculo político para
bloquear cambios en la región, una obsesión del establishment de ese país: impedir la reconciliación entre Hamas y Fatah y evitar la toma de
distancia de la Unión Europea respecto de Estados Unidos.
Para cumplir sus objetivos políticos, los dirigentes israelíes no dudan en
perpetrar masacres cada vez que lo consideran oportuno. Al hacerlo
revelan un estilo “claramente fascista”, apunta el israelí Uri Avnery.
Avnery es una de las personalidades israelíes más destacadas. A sus 90
años no pronuncia la palabra “fascista” a la ligera, menos aun tratándose
de un judío. Repasando una realidad que le duele, llega al fondo del
problema: al revés de lo que debería ser, su país es “un ejército dotado
de Estado”, dice.


Nota

(1) Alba Rico no lo menciona, pero antes de la Segunda Guerra Mundial –
probablemente como ensayo para el futuro–, durante la guerra civil española, la
aviación nazi había lanzado operaciones de “exterminio vertical” de población civil en
zonas resistentes del País Vasco, como en Guernica.

22 abril, 2013

Panamá: ¿es un país en desarrollo?


Álvaro J. Bravo

Panamá  vive hoy una profunda y acelerada transformación socio-cultural. Esta transformación no opera uniformemente, sino que sus realizaciones y efectos han diferenciado o estratificado la sociedad y sus sectores.
La población ha tomado clara conciencia de este desigual proceso de transformación de las bases económicas del mismo y quisiera orientarlo, como una búsqueda que satisfaga como finalidad de la organización las más fundamentales aspiraciones humanas: libertad, dignidad, posibilidad de realización personal para todos.
Cada vez comprenden con mayor claridad que su desarrollo no es sino el subproducto del desarrollo de otros países debido al tipo de relación que mantienen actualmente con ellos, es decir toman conciencia de su situación de dependencia ante otros pueblos. Y por lo tanto que su propio desarrollo no se hará sino luchando por romper la dominación que sobre ellos ejercen los países ricos.
La ciencia y la tecnología que solamente se lleva a cabo en países desarrollados, cambian la manera de pensar y relacionarse incluso entre los países, los avances tecnológicos que poseemos han sido posibles gracias a dichos países, lo que nos hace ver de frente nuestra realidad de dependencia antes ellos, la técnica además permite acelerar el proceso de producción y desplazar la producción artesanal, dicho de otras maneras estos países con sus ciencias han venido a insertar en nuestras sociedades nuevas necesidades y nos vuelve una sociedad consumista mas no productiva; los medios de comunicación nos ofrecen información incluso de los demás países , nos dan una nueva manera de ver el mundo a la vez que nos hace ver más pequeños ante los estos países gigantes, imágenes que más allá de las apariencias nos dicen:- “Esto es el desarrollo”.
La globalización pasa desde hace más de dos décadas por encima de nosotros, del mismo modo que pasa por encima del mundo entero: como un huracán. Las teorías económicas y sociales dominantes no analizan el proceso de globalización, sino que lo glorifican. El mercado total parece ser el fin de la historia y el conocimiento definitivo de lo que la humanidad tiene que hacer. En Panamá puso en el lugar de un desarrollo independiente, el sometimiento bajo la lógica del mercado mundial: desarrollo por dependencia.
Al imponerse el capital apoyado en la lógica del mercado mundial, se impusieron teorías que más bien interpretaban la dominación que se suele sintetizar con el nombre de neoliberalismo. En nombre de la eficacia y la competitividad, ellas legitiman el sometimiento bajo la dependencia.
El capital ahora nos devora como un caníbal, cualquier actividad humana tiene que ser transformada en una esfera de inversión del capital, recibimos la licencia para vivir y participar en cualquier sector de la sociedad, si pagamos al capital las cotizaciones correspondientes bajo la forma de interés.
La globalización actual se da en plena democracia y autonomía y se aprovecha de ello. Se hace lo que se quiera teniendo las manos y la conciencia limpias, se apoderan de los recursos, sin tener que llevar una batalla visible, y sin parecer rapiña, se mantiene al pueblo dominado sin que haya identificación del poder dominante, se habla del espacio nacional sabiendo que las fronteras existen solamente para la fuerza de trabajo o como cobertura, se sujeta a la nación con el pretexto de ayudarla. La globalización actual se grita y se impone, es una conquista prolongada al servicio de las ganancias.
Una característica propia del sistema actual es que permite elevadas ganancias en medio de la más grande privación. Si todo el mundo llora, el sistema te vende pañuelos.  Las ganancias van bien aunque todo ande mal, van mejor cuando todo a su alrededor empeora. ¿Cuánto cuesta un kilo de caridad en Panamá?
La situación exige la urgente supresión de las injusticias existentes, orientando el desarrollo económico al servicio de la gente. Cada día reconocemos el aumento de los pobres en el país y la distancia que nos separa de las naciones ricas y por otro lado la dependencia que padecemos.
Esto lleva a pensar en un mundo en el que todo hombre, sin excepción de raza, religión, de nacionalidad, pueda vivir una vida plenamente humana; libre de las servidumbres que le vienen de otros hombres.
El desarrollo no ha de verse simplemente desde la perspectiva económica, sino como un proceso social global que comprende aspectos económicos, sociales, políticos y culturales, lo que lleva a tener en cuenta los condicionamientos internos y externos de la evolución económica de un país.  Enfocar el desarrollo como un proceso social global compromete para algunos, dimensiones éticas, lo que supone una mayor atención a los valores humanos, de esta manera se vislumbra la construcción de un mundo más justo y más humano.
La situación de pobreza, deshumanizada y generalizada de las grandes mayorías de nuestro país se explica entonces por la aproximación indebida de una minoría privilegiada a gran parte de la riqueza en lugar de compartirla con los demás. A cada paso nos encontramos con los crueles contrastes entre lujo y pobreza, con salarios de hambre, desempleo… junto a la terrible concentración de la propiedad empresarial, rural y urbana. Están en vigor pues sistemas económicos antihumanos, dependientes a favor de intereses de grupos minoritarios asociados a intereses del exterior. Entonces cabe preguntarse: ¿realmente estamos en buenas manos?





El Vaticano en crisis /José M. Castillo www.religiondigital.com/100612

El Vaticano nunca se ha distinguido por su transparencia informativa. Por eso, en este momento, no sabemos lo que realmente está ocurriendo en el Estado cuyo jefe es el papa. Lo único que sabemos con seguridad es que, tal como está organizado el gobierno de la Iglesia, hay razones muy serias para temer con fundamento que esto seguramente tendrá consecuencias muy graves. Por supuesto, sabemos de sobra que la Iglesia ha tenido que soportar no pocos escándalos vaticanos. Pero éste se ha venido a presentar en unas circunstancias históricas que lo hacen más peligroso y de más sombrías consecuencias. Cuando la crisis de la religión arrecia más en los países más industrializados del mundo. Cuando esa crisis se nos presenta en los años de la peor crisis económica y política de ámbito mundial que hemos tenido que soportar. Cuando los escándalos de orden moral, dentro de la Iglesia católica, la vienen azotando de forma que la desbandada de fieles que abandonan sus creencias y sus prácticas religiosas resulta cada día más preocupante. Cuando el episcopado católico, en no pocos países, da la impresión de andar desconcertado y, desde luego, no preparado para afrontar los problemas que acabo de apuntar. En estas condiciones, nos enteramos de que los enfrentamientos por el poder -un asunto tan inhumano y tan anti-cristiano- están destrozando la lucidez, la serenidad y el clima espiritual que tendría que dominar en la cúpula del gobierno eclesiástico. ¿Qué hacer en estas condiciones? Como es lógico, sería una ingenuidad presentarse ahora diciendo: “yo tengo la solución”. Si no sabemos, a ciencia cierta lo que ocurre, ¿cómo le vamos a poner la solución a un problema que no conocemos en sus raíces y sus aspectos más determinantes? Sea lo que sea de todo esto, una cosa es cierta: esta crisis vaticana se produce en un momento que la agrava especialmente sobre todas las demás que se han dado en la historia. En otros tiempos, las crisis del papado surgieron cuando, en los llamados países cristianos, existía un “régimen de cristiandad”. Por eso el tejido social, por más deteriorada que estuviera la cúpula cardenalicia y el mismo papado, seguía vinculado a la religión y a la Iglesia. Hoy ya no existe “régimen de cristiandad”, sino una secularización descarada y galopante, que, por sí sola, empuja a grandes sectores de la población a abandonar la religión, la fe, las prácticas sagradas, las tradiciones eclesiásticas, etc, etc. Por eso, hoy, un papado ejemplar sería una tabla de salvación para mucha gente. Pero, por desgracia, carecemos de esa ejemplaridad. Y por eso la Iglesia se hunde en la crisis. ¿Se puede hacer, en este momento, una propuesta audaz, que sirva de respuesta para una crisis apremiante? Con la debida modestia y humildad, me atrevo a proponer un camino de solución que se basa en los puntos siguientes: 1) El cardenalato no pertenece a la estructura jerárquica y sacramental de la Iglesia. Por tanto, se podría prescindir de él. El cargo de cardenal es una mera dignidad, que lo mismo que se da, se puede quitar. Y a la Iglesia no le ocurriría absolutamente nada por eso. 2) El Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Iglesia (nº 22), dijo que “el orden de los obispos... junto con su Cabeza, el Romano Pontífice, y nunca sin esta cabeza, es también sujeto de la suprema y plena potestad sobre la Universal Iglesia, potestad que no puede ejercitarse sino con el consentimiento del Romano Pontífice”. 3) En este momento, no se puede pensar seriamente en un Concilio Ecuménico, dado el tiempo y el gasto económico que eso llevaría consigo. 4) ¿No sería razonable que los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo católico propusieran al papa una reunión extraordinaria para programar un camino de solución a la situación presente, al margen del Colegio cardenalicio? Habida cuenta de que, al hacer esta propuesta, no se toca para nada ningún dogma de la fe cristiana, ya que todo lo dicho son cuestiones jurídicas y organizativas, parece razonable que esta propuesta, con las matizaciones que fueran necesarias, se hiciera objeto de estudio en orden a adoptar las decisiones más urgentes que se pudieran tomar en el momento presente.

Análisis socio-económico de Panamá Erick Simpson Aguilera

Panamá es un hermoso país bendecido con múltiples riquezas naturales, culturales y financieras que, le han servido para establecerse como un hub mundial con el Canal como bandera, más otros importantes rubros entre los que destacan: Los principales puertos en movimiento de TEUs de LATAM. La segunda zona libre del mundo. El Centro Financiero Internacional. La terminal aeroportuaria de Tocumen que es una de las principales de LATAM (Hub de Las Américas). El ferrocarril transístmico. El liderazgo mundial en abanderamientos de naves. Liderazgo en recepción IED a nivel centroamericano. Y el boom turístico que vive el país. Sin embargo, nuestro pujante país que cabe destacar, lidera el crecimiento económico en A.L. durante el último quinquenio, mantiene no obstante el boom económico, indicadores sociales que dejan mucho que desear. Dicotomía esta, que merece un análisis profundo con la finalidad de desentrañar la compleja situación socioeconómica panameña que, nos mantiene en una suerte de limbo entre ser un Dubai o Singapur -como a menudo escuchamos jactarse a nuestros gobernantes-, y ser un Haití o Zambia, como parecieran ser las zonas más deprimidas del país. No estamos tan bien como muchos ilusamente creen, ni tan mal como otros aseguran; pero nos encontramos en el centro de ambos extremos en una zona difusa que tiende a inclinarse hacia el extremo Dubai para una pequeña elite que se beneficia del crecimiento económico, y hacia el extremo Haití, para una gran mayoría que solo recoge las migajas de la actividad económica. Así las cosas, no resulta nada sencillo dimensionar la verdadera situación socioeconómica panameña, en virtud de semejante dicotomía. No obstante, los invito a intentarlo conmigo analizando a profundidad los siguientes indicadores socioeconómicos: Indicadores económicos: 1- Crecimiento económico 2011 (variación del PIB): 10.5%. 2- Deuda pública: $ 13,672,500,000 (si incluimos los proyectos llave en mano y las empresas excluidas del SPNF la deuda pública se dispara a $ 19,110,500,000). Hagamos un alto en este punto para destacar que, los 2 primeros indicadores demuestran la dicotomía de la economía panameña, toda vez que, el gran crecimiento económico de 10.5%, que a propósito fue el más alto de A.L. en la vigencia 2011, va acompañado de un incremento de la deuda pública del orden de 10.2%. Es importante señalar que, al cierre de la vigencia fiscal 2009 (año en que comenzó la administración Martinelli), la deuda pública era del orden de $10,972,300,000, y actualmente ronda -si se incluye la deuda flotante deliberadamente excluida de la contabilidad gubernamental- los $ 19,110,500,000; lo que significa que se ha incrementado durante el actual gobierno en $ 8,138,200,000 (74%). En buen castellano, estamos creciendo en base a endeudamiento, no a productividad. 3- Desempleo: El 4.5% de la fuerza laboral -que ronda el 1,570,000-, está desempleada, es decir, solamente 70,650 panameños están desempleados actualmente. Es oportuno destacar que, la tasa de desempleo de 4.5% que mantiene Panamá, califica en la categoría del pleno empleo, lo que hace de este resultado, un índice positivo para nuestro país. 4- Tasa de empleo informal: De acuerdo a la Contraloría, del 1,499,350 de personas que integran la fuerza laboral actualmente “ocupada”, el 41.10% (616,233) labora en el sector informal (sin incluir a los trabajadores del sector agropecuario que también son informales); es decir que, 616,233 personas laboran en actividades que no tributan al fisco, ni cotizan seguridad social y por ende no son sujetos de crédito; léase, buhoneros, vendedores ambulantes, trabajadores de la minería y construcción, vendedores de comercios y mercados, empleadas domésticas, etcétera. Estos son candidatos en el futuro para recibir subsidios paliativos tipo 100 a los 70 porque no podrán jubilarse. Analizando los dos indicadores previos, seguimos con el mismo dilema de una dicotomía que persiste en la economía panameña, como quiera que, por un lado, estamos supuestamente reduciendo el desempleo, mientras por el otro, resulta ser que, casi la mitad de los trabajadores ocupados, lo están en paupérrimos empleos informales que no le permitirán salir de la pobreza, y ni siquiera jubilarse en un futuro. Es preciso agregar que, según el censo realizado por la Contraloría, 2 millones 865 mil 530 panameños (85% de la población), ganan menos de $ 600 al mes. De modo que, vivimos en un país donde la mayoría de las personas perciben salarios de hambre que no cubren las necesidades satisfactoriamente, privándolos de una calidad de vida digna. 5- Salario mínimo: El salario mínimo pagado en Panamá es el segundo más alto de LATAM, y suma $ 490 mensuales. Es importante señalar que, el ajuste al salario mínimo realizado por el gobierno actual consistió en un incremento del 18%. 6- Canasta básica: Según el MEF la canasta básica de alimentos costó $ 313.80 en mayo. Es necesario indicar que, en enero de 2012, la canasta básica costaba $ 280.05; de modo que, la misma se incrementó en 12% al mes de mayo de 2012. De acuerdo a los dos indicadores previos, como ya habrán notado, sigue vigente la dicotomía de la economía panameña, toda vez que, no obstante el incremento del salario mínimo de 18%, el panameño ha perdido poder adquisitivo, debido a la constante alza de la canasta básica de alimentos que tuvo un incremento, reiteramos de 12%, sumado al alto costo de la vida per sé, al que debemos añadir otros rubros que no están contemplados entre los 50 productos que componen la canasta básica, a saber, la luz (que aumentó por la cancelación del subsidio), agua, aseo, transporte, medicamentos, educación, hipotecas, combustible, internet, recreación, misceláneos, etcétera. Realice el ejercicio de restar al salario mínimo la canasta básica y solo sobrarán $ 176.2 para que quienes devengan ese salario de hambre hagan malabarismos durante un mes para pagar todos los rubros que mencionamos que son obligaciones fuera de la canasta básica. No hay que ser un genio para entender que las cuentas no dan, pero si hay que ser un genio para sobrevivir con los bajos salarios que se pagan en un país como Panamá donde el costo de la vida es tan alto. De manera que, aunque aplaudo el aumento del salario mínimo realizado por el gobierno de turno, debo señalar que, mientras sigan las distorsiones en el mercado, especulación, asimetrías y una tasa inflacionaria del 6% que amenaza con crecer por el abandono del agro (ausencia de soberanía y seguridad alimentaria) que nos obliga a importar productos con inflación foránea, los efectos de los mencionados aumentos salariales, serán inoperantes y el panameño seguirá perdiendo poder adquisitivo cada día. Dicho en buen castellano, la calle está dura y se pondrá peor. Indicadores sociales: 1- Pobreza general: Dícese de aquellos panameños cuyo consumo total anual es inferior a $ 1,126.00 (viven con menos de 3 dólares diarios). LPG o línea de pobreza general es la suma de todos los pobres ya sean extremos o no. El 29% de la población panameña vive debajo de la línea de pobreza, es decir, 1,017,913 panameños. 2- Pobreza extrema: Dícese de aquellos panameños cuyo consumo total anual es inferior a B/.639.00 (LPE o línea de pobreza extrema), es decir, los que sobreviven con menos $ 1.80 diarios. El 13% (456,306 panameños) de la población nacional, sufren de indigencia bajo la línea de pobreza extrema. 3- Índice de GINI: De acuerdo al coeficiente de GINI que mide la inequidad, Panamá es el país 17 más desigual del planeta. Que duro resulta ser que, en un país que se jacta de ser el Singapur o Dubái de Las Américas, exista tal inequidad que, en solamente 16 países del orbe existe una brecha entre ricos y pobres más pronunciada, que en el nuestro. Bien, después del análisis de los indicadores económicos que mostraron una clara dicotomía, resulta obvio el porqué de la marcada asimetría reflejada en los pésimos indicadores sociales de una parte considerable de la población panameña que, se inclina peligrosamente hacia el extremo tipo Haití. Así las cosas, considero que tenemos un país triple, a saber: el Panamá elitista de unos pocos que controlan la gran riqueza nacional, el Panamá de una clase media que raya los umbrales de la línea de pobreza debido a los paupérrimos salarios de hambre que devengan (85% de la población, gana menos de 600 dólares mensuales), y el Panamá del abandono, donde 456,306 panameños padecen en la indigencia debajo de la línea de pobreza extrema, donde niños y ancianos mueren de enfermedades curables y algunos hasta de hambre en pleno siglo 21. Ese es el Panamá invisible del que nadie quiere hablar, y el que los politiqueros de la fauna criolla ocultan en sus fantasiosos sueños de opio, cuando venden una imagen falsa de primermundismo panameño. El tema objeto de nuestro análisis requiere de un examen profundo para desentrañar los porqués de nuestra triste realidad, y los cómo solucionarlos. De manera que, el presente análisis, considérenlo un primer ensayo, de una serie de estudios que haré sobre el particular. Finalizo señalando que, dos temas claves que debemos abordar para reducir la pobreza son: la educación, y el fortalecimiento de la institucionalidad democrática (no los subsidios paliativos que alivian pero no resuelven la pobreza, como 100 a los 70, etc.). Dos temas en los que estamos en la era de las cavernas toda vez que, tenemos un rezago de 40 años en materia educativa, y las instituciones democráticas panameñas han sido destruidas por el gobierno de turno que, se ha dedicado a demoler la separación de los poderes del Estado por medio de malas artes (transfuguismo, y demás hierbas aromáticas) que, han sumido al país en la zozobra, desasosiego, incertidumbre e ingobernabilidad, mientras abandonaban deliberadamente el agro haciendo añicos la soberanía y seguridad alimentaria; en el impasse la canasta básica sigue subiendo y el alto costo de la vida disparado; en el ínterin la inseguridad continua in crescendo; entretanto la falta de agua potable sigue vigente; en el intervalo el sistema de salud continua cojeando; en fin, la calidad de vida del pueblo panameño sigue en franco deterioro, entretanto la institucionalidad democrática es lanzada al despeñadero, y la educación continua rezagada. Moraleja, mientras el país siga secuestrado por politiqueros de otroras gobiernos y del presente también, los cuales no tienen ni idea de lo que significa desarrollo humano, ni les interesa el tema de una constituyente porque se benefician del estatus quo, y entretanto sigamos carentes de verdaderos estadistas con visión de país y justicia social, Panamá permanecerá en el limbo del subdesarrollo, la corrupción, la ingobernabilidad, y el autoritarismo.

Guerra de Irak: un billón de dólares y un millón de muertos



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Ocho años después de la “Operación Libertad para Irak” (Operation Iraqi Freedom) la coalición liderada por los EE.UU. deja en el país rastros de muerte y destrucción.

Esta guerra costó un billón de dólares, pero lo que tiene números escalofriantes es sobre todo el costo humano: más de 70.000 soldados estadounidenses y cerca de un millón de iraquíes muertos, sin contar la astronómica cantidad de heridos y de inválidos.

La guerra de los números

Nada justifica la pérdida de una sola vida y aquí estamos ante cifras aterradoras.

Oficialmente habrían sido 3.865, los soldados estadounidenses víctimas de la guerra de Irak (1). La Asociación de Antiguos Combatientes estadounidenses habla de 70.000 o sea una cantidad de soldados muertos mayor que la de Vietnam que habrían sido 58.195.

Según esa Asociación, 73.846 estadounidenses habría muerto en Irak, de ellos 17.847 en el campo de batalla y 55.999 entre el personal de apoyo.

También existe, para meditar, una curiosa cantidad de las llamadas enfermedades no diagnosticadas que llegarían a 14.874.

La cantidad de denuncias interpuestas por los soldados por las discapacidades generadas por la guerra fue 1.620.906, el 36% de los soldados se consideran víctimas de diferentes discapacidades.

Un tema tabú es la cantidad de suicidios de antiguos combatientes que el Pentágono procura esconder. Solo durante el año 2005, la televisora CBS descubrió a través de una investigación, que han sido 6.256 lo que representa un promedio de 120 suicidios por semana.

Más de un millón de iraquíes muertos

Es difícil establecer la cantidad de iraquíes muertos en esta guerra. En realidad nadie sabe cuántos iraquíes murieron en este conflicto. La frialdad de los números apunta hacia cifras que varían entre los 100.000 y 1,2 millones de muertos, dependiendo de la fuente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud iraquí, en una encuesta realizada en 2007, llegaron a la conclusión de que se habrían producido 151.000 muertos iraquíes durante los tres primeros años de guerra, es decir un promedio de 120 diarios.

Otra investigación realizada por la revista médica “The Lancet” publicada en 2006, daba cuenta de más de 600.000 iraquíes muertos. Este número escalofriante significa más de 500 muertos diarios y un total del 2,5% de la población.

Finalmente el instituto británico de sondeos de opinión Opinion Research Business (ORB), daba cuenta de que en el 2007, el 16% de los iraquíes entrevistados afirmaba que había al menos un muerto en su familia y en algunos casos dos. Llegando a la conclusión de que haciendo cuentas habría sido más de un millón los iraquíes muertos durante la guerra, en una población de 26 milllones de habitantes.

Los EE.UU. abandonan un Irak radioactivo

Más de 1.620 toneladas de residuos radioactivos (uranio empobrecido) estallaron en suelo iraquí. Un enorme desastre ecológico. Comparativamente la bomba de Hiroshima tenía 64 kg. lo que representa 14.000 bombas de Hiroshima.

Durante centenares de años esos residuos radioactivos continuarán matando. Algunos científicos estiman que existe actualmente suficiente material radioactivo como para matar a un tercio de la población mundial.

A pesar de que nunca se encontraron en Irak, armas de destrucción masiva han sido los estadounidenses quienes las han instalado ahora en el terreno en forma de material radioactivo. La tasa de malformaciones congénitas aumentó 600 veces.

Cuanto mayor es la destrucción, mayor es el negocio de la reconstrucción

El costo de la reconstrucción de Irak ha sido valuado en 100.000 millones de dólares. El negocio del siglo. Prácticamente todo fue destruido por los bombardeos: pozos petroleros, hospitales, carreteras, aeropuertos, puertos, redes eléctricas y de agua, escuelas…

Las empresas elegidas para realizar la reconstrucción son solo seis, todas estadounidenses, todas seleccionadas por el Ministerio de Defensa de los EE.UU. El primero de la lista es Halliburton, cuyo antiguo presidente era el vicepresidente estadounidense Dick Cheney, quien todavía forma parte del consejo de la filial Kellog Brown and Root. También está la empresa Bechtel Corp, que estaba presidida por George Schultz, antiguo secretario de Estado de EE.UU.

La principal diferencia entre el Plan Marshall y la reconstrucción de Irak reside en que el primero estaba destinado a reconstruir lo que los nazis habían destruido durante la segunda guerra mundial, mientras que en Irak fueron los propios EE.UU. los que destruyeron las redes de agua, electricidad, aeropuertos, escuelas y hospitales.

Todo induce a creer que esa destrucción fue premeditada, si no cómo se explicaría el bombardeo de las redes de agua y electricidad en Bagdad, mientras los estadounidenses no se cansaban de pregonar que sus “bombas inteligentes” solo destruían y con gran precisión objetivos bien definidos.

Como es el Pentágono el que decide cuáles son las empresas que van a participar en la reconstrucción, los EE.UU. se contratan a sí mismos. En la elección de las empresas reconstructoras no interviene cualquier organización internacional.

Desde el punto de vista estrictamente comercial, el acuerdo de Camp David de 1989 preveía que las empresas egipcias e israelíes tendrían un tratamiento especial en el caso de que fueran necesarias en la reconstrucción de países de Oriente Medio. Egipto nunca se benefició de ese acuerdo mientras que las empresas israelíes ya han obtenido contratos por valor de 7.000 millones de dólares.

Nota
(1) Según icasualties.org, 4.484 militares estadounidenses murieron en Iraq.

El nombre de la Rosa

En esta obra podemos observar un escenario misterioso donde varios monjes han sido asesinados, entonces el misterio como tal acompaña el transcurso de la obra en todas sus páginas.
El bibliotecario guarda los libros importantes de la cristiandad y es prohibido entrar en ella, solo el bibliotecario. Porque el conocimiento es poder (para ser abad antes era necesario ser bibliotecario).La biblioteca es la rosa, un laberinto, un recinto que guarda la verdad, como la rosa lo pétalos los pétalos cubren la flor de manera laberíntica. Su tallo tiene espinas, la biblioteca es el centro.
Venancio especialista en griego es hallado muerto en la olla de sangre, su defecto es ser aristotélico, Guillermo se había opuesto con anterioridad a Jorge de Burgos, Aristóteles dice que Dios se ríe. El hombre es un ser racional que ríe (que la racionalidad va acompañada de la risa) nos lleva también a la verdad, destruye a los adversarios, sus verdades absolutas, desarma los dogmas.
La verdad y la risa no nos debe causar risa dice Jorge, es propio del necio  reírse, no acompaña ni al sabio ni al creyente, si Dios ríe, bromea, entonces la encarnación, redención son bromas, serian como un capricho de Dios. Jorge tiene la certeza de que habla en nombre de Dios, esa es la única verdad y no hay otra verdad que buscar.
El hombre percibe realidades y fuerzas, tanto sobrenaturales como naturales, solo en la medida en que actúa sobre el y el entra en una relación personal con ellas, con lo que esas fuerzas adquieren así carácter de alguna manera personal para el, esto es siempre lo primero, mientras que un ser divino neutro es una abstracción filosófica. En la obra se puede notar el gran interés de Jorge por ocultar el libro de Aristóteles pues para él es una libro que no puede ser dado a conocer por el hecho de que en su contenido hay conocimientos que contradicen la manera de vivir en la abadía, pero es solamente por el efecto que ha causado en el tal contenido, es su opinión personal por eso decide mantenerlo fuera del alcance de los otros monjes. El libro atenta contra el orden de la abadía, y todo lo que se opone al orden debe ser eliminado.
Entonces podemos observar que en estos ambientes primitivos entienden a Dios con los rasgos de un ser del que depende el bien y el  mal, y por lo tanto el destino de los individuos y las comunidades. Así entendido el carácter personal del misterio puede decirse que no hay religión que no personifique el misterio con el que el hombre se encuentra en la experiencia religiosa.
Otro aspecto que se marca en la obra es el simbolismo, es muy interesante como un libro encierra tanto misterio para esta abadía, el libro tiene conocimiento, el conocimiento es poder, la biblioteca misma es todo un símbolo que remite al conocimiento del bien y del mal ocultos en ella, toda la abadía gira en torno a este lugar, es un lugar prohibido, solo el bibliotecario y su ayudante tienen acceso a ella. La biblioteca es la fuente del saber, Guillermo solo puede acercarse a las fuentes del saber por sus lentes.
La lujuria (pecado), si la mujer seduce, también la verdad y el poder. El placer es una metáfora del conocimiento, lleva al deseo, todo lo racional resulta erótico, seduce, intriga, se convierte en una ambición.
La religión, partiendo de que es un conjunto de creencias de un pueblo determinado entorno a una divinidad; se presenta en la obra de dos maneras, Para Guillermo la religión no debe cerrarse al conocimiento, debe buscar, interpretar, dar cabida a la razón y a la libertad del hombre de intentar buscar una nueva manera de comprender eso que lo atrae y empuja a creer, eso que él no puede entender.
Otra manera es la que nos presenta Jorge de Burgos, la religión debe ser una religión que conserva sus tradiciones una religión seria que se somete a los dogmas, alejarse de todo conocimiento que contradiga o que resulte una amenaza para las normas de creencias.
En el hombre existe un sentido de lo divino concebido en términos de lo infinito. Pero esta idea no es el producto de una revelación o de un particular instinto religioso, sino que se deriva, como todas las otras ideas del contacto sensible con la realidad.
La teología vendrá a ser como el esfuerzo del creyente por asimilar racionalmente su propia fe, estamos ante un saber sobre el hecho religioso que tiene de común con el filosófico la pretensión normativa valorizada, pero que se distingue de el por una cualidad que insiste mas en la asimilación racional de un hecho religioso que en la critica racional del mismo.
La risa es un símbolo que se presenta en la obra, la obra gira en torno al libro de Aristóteles, un tratado sobre la risa que se encontraba oculto en la abadía, sobre el tema de este tratado es que se desarrolla un debate por Jorge y Guillermo, era la medicina que limpiaba de el miedo a las desgracias y a la muerte, pero también era peligrosa en abundancia ya que los placeres humanos y físicos estabas prohibidos.
El conocimiento y el sentir silencioso son la religión de hoy y es en este sentido que ha que repensar lo que hemos llamado o conocido como religión.
Las sociedades del pasado, sociedades estáticas que vivieron de producir lo mismo, necesitaron vivir con creencias, con referentes axiológicos y símbolos fijos y estables. Así, como necesidad social y cultural, produjeron una religión de creencias, al ser creencias fue también dual y en las concepciones teístas, esta dualidad se plasmo en seres humanos de una parte y dioses de otra.
El nuevo programa colectivo, los ejes y las estructuras a partir de las cuales sobrevivimos y creamos los procesos colectivos, son producto del conocimiento de un proceso de creación continua y libre. Es en base a el que se construye la nueva forma de vida, el nuevo proyecto humano.
Creencia desde el punto de vista el conocimiento silencioso, es todo conocer aceptado con nuestro entender interesado e impuesto a nuestro sentir por la voluntad, pero realmente no sentido, experimentado, verificado. Todo conocimiento y valor religioso determinado por este origen, serán creencias.
Si la meta es conocer, sentir y vivir silencioso, el camino religioso es el que conduce a ese conocer, como de lo que se trata es de llegar a silenciar el interés y para ello la necesidad y esto no es fácil, requiere de un arduo aprendizaje y esfuerzo y de valor. Pero en última instancia es el silencio el que produce el silencio. Existen enseñanzas, indicaciones, métodos, pero  propiamente hablando no hay camino, cada quien tiene que crear el suyo.

18 marzo, 2013

Cuestionario sobre literatura griega y latina


Cuestionario sobre literatura griega (Dafnis y Cloe) y literatura latina: la epopeya (la Eneida), poesía (Églogas, Odas y Epodos).
1.    Aspectos del amor en la novela Dafnis Y Cloe.
En la actualidad, la novela es un género bastante cotidiano y es además, un género muy reciente; aunque ya en la antigüedad se dieron intentos serios de aventura por la búsqueda de un estilo novelístico, nada común para la época. Tal es el caso de Longo perteneciente a la Grecia antigua, quien escribe la historia de Dafnis y Cloe, cuyo tema central es el amor, un amor inocente y pasional, una relación erótico- sentimental. En el presente escrito, abordaré diversos aspectos del amor presentes en la novela: la que  por la sencillez y gracia del argumento, por el primor del estilo, y en suma, por su permanente belleza, vive y debe gustar en todo tiempo.
a)    Amor-lucha
El amor requiere de una lucha constante, para hacer que este permanezca sin ser arrebatado por nadie. En la novela destacan diversos episodios que muestran la lucha constante de dos enamorados por proteger ese amor inocente: uno se da cuando Dafnis es secuestrado por los piratas, al verlos Cloe se encarga de ayudarlo y salvarlo: al ver los piratas a aquel mozo robusto y apuesto, pensaron que tenía más valor que cuanto pudieran recoger cerca de la playa (Montes de Oca, 1983: 11). Otro momento se presenta cuando Dafnis salva a Cloe de un secuestro, ofreciéndole un sacrificio al dios Pan, al cual estaban consagrados. A demás la lucha se ve reflejada cuando estos reconocen que hay otros y otras que desearían estar con ellos y hasta casarse.
b)   Amor-belleza
La belleza es uno de los principales rasgos descritos en la novela, como signo de la pureza de un amor que comienza a surgir. Se ve reflejado en cada uno de los personajes, pero sobretodo, en el ambiente natural que adorna las escenas, por ejemplo:
Era el comienzo de la primavera y despuntaban las flores en los prados, bosques y montes. Zumbaban ya las abejas, gorjeaban los pájaros y balaban los recentales, retozaban los cabritos en la montaña, en las umbrías cantaban las aves y las mariposas, flores aladas, libaban la miel de las flores si alas. Todo en naturaleza se alegraba en la estación bendita, y Dafnis y Cloe, tiernos y felices, imitaron lo que oían y veían (Montes de Oca, 1983: 4)
Dentro de tanta sencillez e ingenuidad que les acompañaban, se descubrían el uno al otro en una belleza extraordinaria que le provocaba gran admiración y mutuo deseo. Dafnis admira la belleza en Cloe: entonces admiró sus cabellos rubios, la dulzura de sus ojos y la frescura de su tez, más blanca que la leche de sus ovejas (Montes de Oca, 1983: 7). A demás, Cloe decía del cabello de Dafnis semejaba a los granitos de mirto por lo negro y Dafnis comparaba el rostro de su amiga a una hermosa manzana por lo blanco y encarnado de su tez (Montes de Oca, 1983: 10).
c)    Efectos del amor
Era un beso inocente y si arte, pero bastó para inflamar un corazón joven y un alma apasionada (Montes de Oca, 1983: 7). El amor inocente es aquel que no tiene malicia y sobre todo que es ingenuo. La inocencia no se esconde ante tales acontecimientos, pues en el surgir de una nueva experiencia, brotan a la vez variados efectos que poco a poco desvelan la pureza de un sentimiento que se va forjando en el interior de dos almas inocentes. Muchas veces estos sentimientos son difíciles de entender porque nos apresan y se adueñan de nuestro quehacer diario. Estas son algunas de las expresiones que ambos enamorados pregonaban;
A Dafnis no le pareció que había recibido un beso de Cloe, sino una mordedura. Entristecióse, suspiraba a menudo, se estremecía, palpitábale el corazón, palidecía al mirar a Cloe y luego una oleada de sangre le coloreaba el semblante (Montes de Oca, 1983: 9).
Al mediodía era cuando se sentían ambos más enamorados, y recreaban uno en otro las miradas de unos ojos encendidos en deseo que aún no comprendían a pesar de abrasarles (Montes de Oca, 1983: 7). Sin comprender lo que les sucedía, aumentaba cada vez más le necesidad de estar más cerca el uno del otro y se les hacía más difícil separarse. Se preguntaban por las razones, pero no eran capaces de dar una respuesta: lo que sabían bien era que a él le provino el mal de un beso y a ella de un baño (Montes de Oca, 1983: 9).
d)   Amor-matrimonio
La perseverancia en el sentimiento y la constante insistencia por enterarse de dónde proviene, qué los procede y qué hacer con aquellos fuertes movimientos internos y externos del amor; llega a su plena consumación. Así se nos muestra en el final de la maravillosa historia en estudio. Cuando logramos vencer cada obstáculo y mantenemos la intensidad del sentimiento se realiza el acto culmen que se nos presenta acá: el matrimonio. Al día siguiente, los dos jóvenes rogaron a sus padres que le permitieran volver al campo […
] y querían celebrar sus bodas en el campo (Montes de Oca, 1983: 42). Y en la recta final de aquella ceremonia: Dafnis y Cloe, a pesar de aquel alboroto musical se acostaron juntos y desnudos y se besaron y abrazaron sin pegar los ojos ni un instante como las lechuzas. Dafnis hizo a Cloe, lo que le había enseñado Lycenia y Cloe comprendió entonces que lo que antes hicieron en el bosque y al amparo de los arbustos, no había sido más que juegos de pastorcillos (Montes de Oca, 1983: 43).
e)    Amor-destino
Desde un principio la aparición es misteriosa de los dos niños, en la isla de Lesbos, en una región pastoril, con prendas que les adjudicaban a un linaje noble. Muestra clara de la presencia de algo o alguien sobrenatural (dioses) que guían la vida de ambos seres como destino suyo. A través de un sueño que ambos padres adoptivos tuvieron acerca del futuro de los niños, les fue revelada la consagración al amor. Resolvieron, sin embargo, obedecer a los dioses por cuya providencia fueron salvados los niños (Montes de Oca, 1983: 4).
Y así fueron creciendo juntos en sus actividades cotidianas: el cuido de cabras y ovejas, y el amor iba solidificándose en el contacto diario, al mismo tiempo contaban con la intervención divina de los dioses a los cuales estaban consagrados. El momento final, donde se consuma el amor nos revela que este no se da por mera casualidad; sino, que hay una predestinación por una fuerza trascendente, es decir, la voluntad de los dioses.
f)     Amor-homosexual
El amor es una atracción y un sentimiento hacia algo o alguien, independientemente si la otra persona pertenece al mismo sexo o contrario. Así nos lo demuestra el capítulo cuando se enamora el viejo Filetas de cupido y le pide un beso a lo que este le responde: “De buena gana te besaría Filetas, pues me gusten que me besen más que a ti pueda gustarte; pero advierte que lo que solicitas es un don que no cuadra a tus años (Montes de Oca, 1983: 14). Aunque me parece que demuestra más le belleza de la obra pues el enamoramiento se da hacia un dios (amor).
g)   Didáctica del amor
La ingenuidad está presente constantemente en los relatos, ellos experimentan deseos, pero no comprenden lo que les sucede, cómo se llama eso que les mueve tanto y cómo se realice. Por ello existen intervenciones de terceros para colaborar en la ardua tarea de hacerles comprender e inducirlos a la plena realización de sus deseos. Una intervención es la del anciano Filetas, al cual le pidieren les explicase que es el amor; este le dijo que el amor no es un mal que necesite ser sanado como ellos creían, que no existen hechizos que curen el amor y les enseña lo que deben hacer, a lo cual acceden ellos fielmente: probemos los remedios que nos aconsejó: besos, abrazos y acostarse juntos desnudos (Montes de Oca, 1983: 15). Hubieron otras personas que intervinieron, por ejemplo: Lycenia, quien enamorada de Dafnis, se ofrece para enseñarle como hacer con sus deseos de amor, al mismo tiempo que satisfacía sus gustos: Arrodillándose a los pies de Lycenia y le rogó con fervor que le enseñara tan dulce tarea a fin de realizarla luego con Cloe (Montes de Oca, 1983: 27). Y esta experiencia fue la que al final practicó con Cloe en la consumación de su amor.
Esta novela, que presenta un delicado erotismo, es una bella historia de amor, un amor inocente y pasional. El amor como un deseo de unión con la otra persona amada, envuelve tanto a la inocencia como a la pasión; de un modo tan intenso con riesgos de confusión y con un sentido de admiración.
2.    La Eneida. La Epopeya como exaltación de Augusto y del imperio romano. Señale y comente. Pasajes alusivos en el libro I.

La Eneida

Tu Eneas sostendrá en Italia grandes guerras, y domará pueblos feroces, y les dará leyes y murallas; tres veranos pasaran y tres inviernos antes que reine en el Lacio y logre sojuzgar a los rútulos […] llenará con su imperio treinta años largos, un mes tras otro (Virgilio, 1962: 138)
Este poema fue escrito por Virgilio en los tiempos de Octavio Augusto cuando se había logrado la paz y el pueblo romano vivía la Época de Oro. Es entonces cuando Augusto manda escribir una historia sobre la fundación de Roma equiparándose al fundador de la raza romana, Eneas.
En esta obra se dice que Augusto provenía del linaje de Lulo, hijo de Eneas, y él hijo de la Diosa Venus, por lo que también tenía orígenes divinos. Así Virgilio presentaría a Augusto como heredero del glorioso imperio romano.  Virgilio se inspiró en los poemas  de Homero y enlaza hechos históricos con aspectos legendarios y termina por unir el presente con el pasado.
La Eneida es un poema nacionalista, y presenta a Eneas como el héroe abnegado ante el deber, y que da respeto tanto a su ascendencia, como a los Dioses. Esto era de gran importancia para Augusto ya que para él era necesaria la manipulación, para que la historia sea adaptada a su favor. Tiene 12 libros o capítulos, los primeros 6 recuerdan la odisea y los siguientes 6 recuerdan la Ilíada.

3.    Síntesis y temas de la égloga II; odas XIII, XIV y XV; epodo II.
Égloga II
La égloga es un subgénero de la poesía lírica de temas amorosos, se desarrollan en un ambiente campesino y pastoril; en forma de monólogo o diálogo.
En la égloga II de Virgilio, se nos presenta a Coridón, un pastor que ardía de amor por Alexis. Nos muestra al amor homosexual, el amor como deseo de unirse a la otra persona de la cual  se experimenta una profunda atracción. Sin embargo, en este caso el amor se ve truncado porque no existe una respuesta complementaria de la otra persona: ¡Oh cruel Alexis! ¿Nada se te importa de mis cantos? ¿No te compadeces de mí? ¿Así me dejas morir? (Virgilio, 1962: 9). El texto, también, presenta descripciones hermosas de la naturaleza como el ambiente donde se desarrollan los acontecimientos: ¡Oh!, ¡plázcate solamente habitar conmigo estos campos, para ti enojosos, y estas humildes chozas, y herir los ciervos y guiar con la verde vara del malvabisco un hato de cabritillos! (Virgilio, 1962: 10). Y hace una bonita conjugación entre su declaración de amor y los ejemplos del ambiente natural del campo: Sigue al lobo la torva leona, el lobo a la oveja; la oveja triscadora sigue al florido cantueso; y a ti ¡oh Alexis!, te sigue Coridón (Virgilio, 1962: 11)
Odas
En las odas escritas por Horacio, se nos presentan temas diversas e interesantes como: la religión, el amor, generalidades del trabajo del campo, el cuidado de la siembra. Es una alegoría al trabajo del campo, muestras de un desinterés por la ciudad y por el lujo. Aunque son composiciones poéticas con un tono elevado, pues en ellas Horacio aspiraba dotar a Roma de una poesía lírica capaz de rivalizar con los griegos.
Oda XIII: A Lidia
Es un canto de amor a Lidia, expresión bellísima y declaración hermosa del amor, y un reclamo a no dejarse manipular ni usar por alguien que no te merece ya romper con las relaciones que conducen a la violencia: no esperes que sea eterno el amor brutal de quien hace con sus besos saltar la sangre en tus labios, que Venus humedeció con la quinta esencia de su néctar (Horacio, 1962: 491)
Oda XIV: A la república
Es una advertencia a una ciudad que navega enfrentándose a las peligrosas olas, sin tomar en cuenta sus fragilidades que la pueden conducir al fracaso: tu costado desprovisto de remos, rotas tus antenas y tu mástil quebrantado (Horacio, s/f: 492). Invita a estar atentos y preparados para salir victoriosos ante las adversidades: Si no quieres ser el ludibrio de los vientos, resguárdate en seguro (Horacio, 1962: 492). Es una invitación a la prudencia.
Oda XV: Contra el lujo de su siglo
Es un alago a la vida campesina y se muestra el desinterés por la vida en la ciudad. Destaca la paz  y tranquilidad que ofrece una vida rodeado de naturaleza y critica la belleza que se pierde al sustituir lo natural por cosas artificiales: Ya los suntuosos edificios apenas dejan campo a la labor del arado (Horacio, 1962: 529). No podemos sustituir el campo por la ciudad, el lujo no tiene sentido, si destruimos lo bello de la naturaleza.
Epodo II: Alabanza a la vida campestre
El epodo es de origen griego y estaba destinado al insulto y a la ofensa. Son de carácter lírico con una crítica social. En este caso tenemos un texto eminentemente lírico que destaca una alabanza a la vida del campo. Destaca la capacidad de trabajar honradamente para obtener el sustento diario, sin caer en “negocios sucios” y califica de bienaventurado el hombre que vive con rectitud de acciones y actitudes: Dichoso el que alejado de los negocios y libre de toda usura, como los primitivos mortales, trabaja los paternos campos con bueyes de su propiedad (Horacio, 1962:590).

REFLEXIONES DE A PIE ¿Cuántos en realidad somos? Se apuesta hacia la superficialidad mas que a la profundidad de la experiencia humana ...