El hombre no es solamente, alma y cuerpo, es además realidad y ficción.

El hombre no es solamente, alma y cuerpo, es además realidad y ficción. Ante los cambios constantes de la realidad, sumados a ellos os problemas, las angustias, los fracasos, enfermedades…parecido a un laberinto la persona se ve constantemente tentada a crear un mundo imaginario, un mundo en que pueda vivir sin ninguna preocupación, alejada de los problemas de la vida, donde ya no hay llanto ni tristeza, ni dolor, un paraíso, se queda ahí ya resignado a que nunca podrá salir de ese laberinto porque seguramente ni tiene salida, o porque es imposible encontrarla. Es una posición muy cómoda, y tranquila. Se trata de un mundo carente de sentido que solo existe en nuestra imaginación y alejado totalmente de la realidad. Todo aquel mundo de ficción tiene su raíz en el odio a lo natural (¡lo natural!); es expresión de un profundo descontento con lo real, se trata entonces de una mentira.
¿Quién es el único que tiene motivos para evadirse mediante una mentira de la realidad? El que la sufre.
Siguiendo la analogía de el laberinto, la persona ya resignada, una vez que se dio por vencida, construye su casa dentro del laberinto, porque igual la vida no se detiene; ahí se queda infeliz por no haber podido alcanzar lo que mas deseaba en la vida-¡salir de ahí!-, construye imaginariamente lo que “pudo haber sido”, lo vive una y otra vez y en ninguna ocasión es capaz de sentir porque aquel se trata de un mundo irreal (anti-natural), imagina lo que pudo haber sido lo que habría fuera del laberinto, pero este no es mas que un grito mental que se desprende de la realidad que “si existe” y que “hoy esta viviendo”. A estas alturas ya se es incapaz de pensar una posible salida de ese laberinto, porque la vista la tenemos más puesta en lo que pudo haber sido y no en lo que se puede hacer y además es menos doloroso.
Los momentos de dificultades hacen que el hombre descubra o invente mil formas de superarlas y le ayudan a crecer, a crear, a soñar…siempre que la persona no se de por vencida. Curiosamente siempre hay culpables, acá no cabe eso de que se es inocente hasta que no se demuestre lo contrario; es mas fácil echar la culpa al otro, el fracaso, el error, todo; viene de los otros (de lo externo): que el clima, que una traición, que el arbitro…cuando verdaderamente el verdadero espíritu del fracaso y la mediocridad esta en cada uno de nosotros, curioso es también que el equipo o la persona ganadora no notara tales circunstancias.

Se es incapaz de llevar en el cuerpo la herencia de un planteamiento objetivo y frío de los problemas. ¡Que horror! Su sufrimiento, su capacidad de dolor, su llanto, evadimos como se pueda este mundo, aprendemos a odiarlo en como se ve y en como se interpreta y acá es donde se empieza la obra; parecida las películas de superman donde el héroe nunca muere. El gran problema es que se asume ese mundo como si fuera real cuando “no lo es”, no es ni siquiera un mundo de sueños, pues los sueños son un reflejo de la realidad (donde igualmente se sufre) que no le quita al hombre la alegría de aprender por mas difícil que sea. Este mundo se escapa de ello pues lo que refleja es “lo que puede ser” y nunca “lo que es”.

Vive tu vida tal cual, con sus luces y con sus sombras, no dejes que nada ni nadie te quite la alegría de aprender, y de crecer; se tu mismo y no lo que los demás quieren que seas, no le des la espalda a los problemas; eso es de cobardes y mediocres…nunca vivas en el futuro, vive y celebra tu presente…

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